No puedes decirle a una semilla que florezca cuando tú quieres, no puedes decirle a un capullo que se convierta en mariposa, ni pedirle al cielo que llueva. Todo lleva un proceso, todo.
Y pronto esa semilla florecerá, la mariposa volará, y el cielo te regalará su mejor arcoiris al final de la tormenta.
En eso consiste todo. Dejar de esperar para empezar a vivir.
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