jueves, 14 de junio de 2012

Excesos. Sin Límites.

Ahora las princesas prefieren esconderse en lavabos y beber alcohol, las medias medio bajadas al sentarse, confunden libertad con libertinaje, usan minifaldas demasiado cortas que enseñan más que tapan y crecen rodeadas de demasiados excesos de infelicidad e infidelidad.
¿Por qué ya no existen finales felices, sólo muertes por coma etílicos y sobredosis de impotencia?

Puede que sea porque ya no quedan niñas que quieran ser princesas, ahora sólo sueñan con ser las "reinas" de la fiesta.

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